Comentarios sobre
  Alberto Cortez

MENU

 

Página principal

Biografía

Discografía

Letras

Galería gráfica

Material

Contactar

Management

Actuaciones

Enlaces

Noticias

Poemas

Relatos

Comentarios de
Alberto Cortez


Comentarios sobre
Alberto Cortez


Libro de visitas

 

·

Carta a Alberto Cortez 
    Yo le llamo a usted el poeta de la alta voz viril. Y lo sé, poeta, más allá de los libros, porque quienes lo son de verdad están en los terrenos del descubrir y huyéndole a la invención.
    Los poetas no requieren inventar, sino, de pronto, toparse con algo, como por ejemplo la ternura, la dicha de vivir, el asombro de convivir con una piel largamente presentida y lindamente amada. Eso es lo que nos ha dado usted Alberto Cortez, y su canto me persigue con fuerza terriblemente dulce, como el recuerdo de la tos de mi padre cuando lo vi vuelto nube y me miraba angustiado cual si yo fuese su última o su primera cometa de alegría.
    Yo le hablo en nombre de un puñado de hombres de Colombia que creemos en la esperanza, confiamos en el amor, nos aferramos a la amistad y creemos en la ternura que se reinventan con pequeñas cosas como por ejemplo los besos honrados con que los muchachos miden la intensidad del amor y la fuerza que arde en sus ingles.
    Usted Alberto Cortez no es un cantante almibarado para promoción vulgar de unturas y bebidas. Usted es para la embriaguez sin vino del alma, y para el aroma del amor en ese torrente de la sangre que palpita y se vuelve milagro en las iglesias gemelas de los senos de la mujer que amamos.
    Con Usted y con su canto Alberto Cortez el asunto es más hondo, tan profundo como la epidermis de la amada. Hasta allá llega usted y por eso es el poeta de la alta voz viril. Usted llega hasta resarcir y ennoblecer esa flor marchita de la amistad entre hombres, que como decía Quevedo: ´Es como la sangre. Acude a la herida sin necesidad de llamarla´.
    Mil gracias por venir de nuevo hasta nosotros. Usted se había alejado un poco hace dos años, pero el eco de su grandeza de corazón seguía sonando ´como campana de cristal estrenando badajos de alegría´.
    Su canto viril, fuerte y dulce, parece urdido en los rosales y a él se une mi canción sin palabras en un temblor de seda para serenar mi obsesión de olas.
    ¿Que por qué le escribo a usted?. Por la sencilla razón de que sacude de varonía el árbol de mis venas con su mensaje, y cuando lo escucho vuelvo a pronunciar con énfasis y con júbilo el nombre de la vida y de la mujer que amo, y entonces, súbitamente, el mundo deja de tener conflictos para mí.
    Usted Alberto Cortez es el causante de mi alegría y de mi optimismo y yo quiero salir por el mundo a repartir un poco de lo que usted me deja.
    Su cantar, como dice don Pedro Salinas, es ´mensaje que corre entre piel que arde y agua que tienta´.
    Yo le oigo a usted Alberto Cortez y quedo temblando de futuro.
    Mil gracias por volver y por permanecer en nuestra vida y en la de todos los seres que saben sentir.
Volver