A modo de responso
Hay muchas formas de expresar y demostrar el amor que uno siente por alguien o por algo y Cortez es un experto en esos menesteres.
Recorriendo sus canciones desde el análisis de lo que expresa en cada una de ellas se encuentran sentidas muestras de lo que digo. Este hombre muestra su amor de múltiples maneras, con pasión, con alegría y con honda tristeza cuando el amor adquiere condición de drama.
Inclusive cuando levanta una voz de alarma o de denuncia lo hace desde las profundidades de un intenso amor.
Tal es el caso de “A modo de responso”, brillante texto y melodía arropados por un arreglo orquestal de dimensiones casi clásicas.
Por cosas del azar conozco la anécdota que motivó a Cortez escribir esta canción. Conocía a Miguel Ángel Merellano personalmente cuando para salvar su vida amenazada por los vándalos de la dictadura militar hubo de ganar distancia de su Buenos Aires habitual y lo hizo hacia el sur del país en donde permaneció durante el tiempo que duró aquella usurpación del poder por parte de los ignominiosos Videla y compañía.
Miguel era un tipo éticamente integro, amante y defensor del buen arte, es decir, del que no nace por razones comerciales sino por amor y como consecuencia del talento puro y llano. Musicalmente sus programas de radio se nutrían de Piazzola, Serrat, Cortez, y de todos aquellos que a través de la música aportan luz a la cultura popular. Miguel, hombre de ideas claras, no cerraba su boca ante la constante agresión al pensamiento y al arte en general porque para aquellos comisarios de la alarma, (como diría Miguel Hernández), cualquier forma de progresismo era considerada subversiva. Miguel hubo de pagar con el destierro su osadía. Cortez lo dice claramente en la canción que le dedica: ”Siempre de frente izando la bandera de tu verdad por dura que ella fuera en esta absurda torre de Babel”.
Merellano apoya el regreso de la democracia a la Argentina y participa activamente desde su escenario radiofónico apoyando a las futuras autoridades civiles democráticas, incluso lee una carta de Cortez festejando el fin de la dictadura y la llegada de la racionalidad en la última manifestación popular previa a las elecciones libres ante más de seiscientas mil personas reunidas en la avenida 9 de julio de Buenos Aires.
En nuestras charlas Miguel me hablaba siempre de la intensa amistad que lo unía a Cortez y a su familia. Me contaba que muchas veces, cuando disponía de tiempo libre se iba a Rancul a visitar a doña Ana, madre de Alberto, y a su hermano Raúl. Allí pasada unos días “recargando las pilas” en aquel ambiente rural.
Miguel muere en un accidente aéreo en las cercanías del aeropuerto de Salta. Cortez lo menciona diciendo “desde el día aquel, que por andar mirando las estrellas, la más hermosa te llevó con ella, gira girando como un carrusel”. Siguen una dramáticas palabras como colofón al intenso dolor que aquella desaparición le causó al poeta:”Ya que la muerte me pasó de largo, canto en la tuya el canto más amargo, que es mi manera de llorar... Miguel”. Esta reflexión es una de las más hermosas y más intensas que pueden encontrarse en toda la obra de Cortez.
Merellano y Alberto no eran amigos y nada más, eran confidentes y punto de encuentro mutuo en el mundo de las incógnitas. Es por ello que la canción comienza con preguntas y más preguntas: “y ya no estás para contestarme”. Es tal el pesar por el amigo perdido que al poeta “Se le derrumba el alma entre los versos, se hace pedazos contra los recuerdos como si fuera entera de papel”.
Quienes conocimos a Miguel Ángel Merellano y amamos la obra de Alberto Cortez entendemos con claridad la simbiosis sentimental que existía entre estos seres. A mi modesto entender “A modo de responso” es un tema capital en la obra de Alberto Cortez. Desgarrado, intenso y de una belleza poética excepcional.
Ezequiel Estévez desde el sur de Argentina
|