ELECCIONES GENERALES EN ESPAÑA
Amigos:
Abrochémonos fuertemente el cinturón de seguridad pues se nos vienen encima oleadas interminables de propagandas partidistas con descalificaciones para todos los gustos entre los políticos involucrados en la campaña electoral. Entre Socialistas y Populares está la cosa y te basta con encender la televisión o la radio o asomarte a cualquier periódico para que el bombardeo se torne constante y abrumador. Parece que los políticos se hubiesen puesto de acuerdo para que todas las estrategias electorales se basen en descalificaciones de todo tipo. Los socialistas dicen que el gobierno del PP fue un fracaso y que Rajoy no está preparado para gobernar. Por su parte, los populares dicen que los socialistas van de problema en problema allí donde gobiernan y que sólo saben desestabilizar. En realidad da la sensación de que a nadie le interesa el país, sólo fijan su interés en una lucha interpartita que es la de nunca acabar. Cuando uno escucha a Rodríguez Zapatero tiene la impresión de que este hombre cree que los populares ganaron el poder a posta no para gobernarnos sino para fastidiarnos. Por su parte, los populares traen a la actualidad gobiernos socialistas de otro momento de la historia y, basándose en eso, nos previenen de lo que sucederá si ganan aquellos como si aquellos no tuvieran otra intención que la de fastidiarnos a todos. La dialéctica de improperios soslayados ha ganado descaradamente las tribunas y ninguno pierde la oportunidad de la descalificación.
Los socialistas se autodenominan “progresistas” como si la izquierda fuera la exclusiva dueña del progreso y uno se pregunta a qué tipo de progreso se refieren, pues si a los ejemplos nos atenemos no creo yo que puedan presumir demasiado con los resultados de las experiencias de soviéticos, alemanes del este, polacos, checos o cubanos. Si bien esas izquierdas fueron y son más cercanas los extremos que a la objetividad no dejan de ser sospechosos los resultados en materia de progreso. Por otro lado la derecha presume de equidad y de buena administración al tiempo que promueven la globalización generadora siempre de grandes desequilibrios sociales. En definitiva uno no sabe a qué atenerse, escuchando a unos y otros.
En fin que estamos en épocas de elecciones y eso significa que los ciudadanos tenemos forzosamente que armarnos de una gran dosis de paciencia viendo las disputas entre partidos. Confieso que al menos a mí me resulta bastante más saludable ver pasar las aves migratorias del sur hacia el norte y viceversa o como día tras día por la magia del sol el aromo (mimosa) empieza a desplegar ajeno a estos asuntos su suntuosa colección de flores anunciadoras de la ya vecina y deseada primavera. Los candidatos no dejan pasar ninguna posibilidad de utilizar los medios públicos de comunicación para promocionar sus opciones y uno se pregunta si todo esto no responde a una operación de “márquetin” como las que se utilizan para vendernos cualquier producto comercial. Claro es que en esto de las elecciones dependerá el inmediato futuro de nuestra sociedad, que si bien puede prescindir de ciertos artículos de consumo, no puede prescindir de una directriz administrativa que la historia ha puesto en manos de la política y sus profesionales.
Llama la atención la proliferación de fotografías de los candidatos en todo lugar visible, muy bien retocadas, por cierto, obra de eximios especialistas, como si fueran fenómenos mediáticos. De cualquier forma quisiera para terminar estas reflexiones pedir a todo aquel que las lea que no deje de asistir a las urnas y vote, no importa por la opción que elija, pero vote, pues cada voto significa que a quien lo deposita realmente le interesa todo aquello que tiene que ver con el futuro del país.
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