El fax
Esta historia del fax es asombrosa,
al socaire de nubes y tormentas
deposita en tus manos una rosa
en forma de soneto y te comenta:
mi modo de sentir la lejanía,
esta ausencia de ti y de tus cosas,
mi sed de armonizar con tu armonía,
mi urgencia de aclarar mis nebulosas.
Este extraño vehículo menudo,
te busca sin escalas ni reposo,
y atando mi emoción, nudo tras nudo,
permite que mis dedos amorosos
dejando sus entrañas al desnudo
te escriban mil “te quieros” temblorosos.
|